[No sé como llegamos aquí, no sé si estamos perdidos o si de verdad nos encontramos... no sé.]

Aunque pareciera que muchas veces nos empeñamos en ocultar aquellos productos de nuestra mente [nuestros pensamientos]. Hemos creado un blog para combatir este cruel empeño. Las palabras deben salir, y cualquiera debe poder leerlas. Es posible, sin embargo, que a nadie le interesen, o que incluso, el orden en el que las ponemos sea considerado incoherente o estúpido. Tomamos, aún así, el riesgo de dejarlas ver la luz, descubriéndolas ante cualquier observador que desee urgar a través de ellas, criticarlas, o elogiarlas...


sábado, 29 de agosto de 2009

La de

Se me ha pedido que no mire, y en esto he hecho obedecido. También se me ha pedido que no escuche, y he tapado mis oídos. Me han dicho, incluso, que no vea, y he vendado mis ojos. He obedecido en todo, y no pienso hacerlo más. No he de renunciar a pensar o hacer lo más inconveniente o lo más dañino, lo más perjudicial o lo más fútil. Este es el momento, y así lo he de decir, y lo he de escribir.

[Aunque a veces miro mis manos, y mi rostro, y no me reconozco, siempre que está tu cuerpo desnudo conmigo, me he de reconocer como aquel falso poeta cuyos versos sólo causan pesar. Es lamentable]

Escribo, porque es a veces el remedio más fácil para la soledad, o porque simplemente quiero llenar un cuaderno de palabras y palabras sin el más ingenuo de los sentidos. Aunque acepto: al final los motivos carecen de relevancia, en tanto las palabras se hagan dentro de uno y salgan [...]

3 comentarios:

  1. Pues siempre quedan ellas y tu recuerdo que golpean mis afanes día a día

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  2. Y que importa si quedan sólo recuerdos, o si quedan las palabras, que se desvanecen como tinta en el agua de las historias que solíamos contarnos, o que solíamos leer...

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  3. Sí importa, sí importas

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