martes, 4 de agosto de 2009
Frio
Ante aquella fria noche, decido tomar aquel artefacto de la mesita de noche, y ponerme a escribir, tal vez demasiado tarde para que alguien logre leerlo. Ya amanecerá, pienso. El lado derecho del mueble en el que me encuentro parece demasiado vacio, y no me atrevo a moverme para alterar su quietud y su soledad. Pienso en la pertinencia y en otras cuantas cosas más, recuerdo un par de llamadas, y luego tengo ganas de escapar, pero me contengo y me echo a dormir, como siempre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario