jueves, 13 de agosto de 2009
Fin
Veinte, veinticuatro, o incluso más veces he pensado en qué será del fin si no estoy en él, en qué será de mí si no estoy al final. Entonces corro velozmente a través de un espacio inmensurable, a través de un lugar cuya extensión parece tanto infinita como indivisible. Y encuentro que han pasado algunos años desde que logré ver mis pies limpios, o desde que logré ver mi rostro brillar, o incluso, desde que tomé un libro y realmente me conmoví. Muchos años viviendo en un sueño en el que sólo existo yo, y en el que no me importa qué más exista...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario