Miro al horizonte, parado, a sólo unos centímetros del vacío, y aún no te veo. Tengo ganas de estrellarme una nube en toda la cara. ¡Despierta, imbécil!... y la tranquilidad, súbitamente, vuelve.
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Aunque pareciera que muchas veces nos empeñamos en ocultar aquellos productos de nuestra mente [nuestros pensamientos]. Hemos creado un blog para combatir este cruel empeño. Las palabras deben salir, y cualquiera debe poder leerlas. Es posible, sin embargo, que a nadie le interesen, o que incluso, el orden en el que las ponemos sea considerado incoherente o estúpido. Tomamos, aún así, el riesgo de dejarlas ver la luz, descubriéndolas ante cualquier observador que desee urgar a través de ellas, criticarlas, o elogiarlas...
La indiferencia no habla de nada, pero el silencio también miente... ah, ya sé que no hay paloma que lleve mi mensaje...
ResponderEliminarMe pregunto cual es el mensaje al que se alude. Supongo que nunca conocere su contenido, como tampoco su origen, o el del comentario. Solo ecos al silencio, supongo, y un poco de adivinacion, suposicion, circunspeccion, y, por supuesto... mmm... desesperacion.
ResponderEliminar...en un desencuentro con tus propósitos, rodeas mi cintura con la ternura de un minino. Con asombro, musito cerca a tu oido '¿Me recuerdas?', mientras me aferro a la suave caricia de tu pecho...
ResponderEliminarAparece la confusion, y las palabras sin sentido toman su lugar en a traves de los textos, apareciendo cada vez con mas frecuencia. Logran poblarlo todo al final, asi me haya esforzado por impedirlo.
ResponderEliminarCreo que las cosas pasan de ciertas maneras, pero por las razones equivocadas. En otras palabras, hay alguien que habla fuera del vaso, y dudo serlo.