[No sé como llegamos aquí, no sé si estamos perdidos o si de verdad nos encontramos... no sé.]

Aunque pareciera que muchas veces nos empeñamos en ocultar aquellos productos de nuestra mente [nuestros pensamientos]. Hemos creado un blog para combatir este cruel empeño. Las palabras deben salir, y cualquiera debe poder leerlas. Es posible, sin embargo, que a nadie le interesen, o que incluso, el orden en el que las ponemos sea considerado incoherente o estúpido. Tomamos, aún así, el riesgo de dejarlas ver la luz, descubriéndolas ante cualquier observador que desee urgar a través de ellas, criticarlas, o elogiarlas...


sábado, 21 de noviembre de 2009

Carmesí

Beso, con fervor, aquellos labios suaves que no son los tuyos, los rozo con mis nerviosos dedos, y siguen ahí enfrente, como queriendo decirme algo. Algo dirán, en algún momento, lo sé, pero no me importa. Me he libertado, grito, a los cuatro vientos (como diría el cursi), y corro en círculos, agitando las manos, como queriendo estallar de alegría. No estallaré. Me recojo sobre el suelo y miro hacia el cielo, como si creyera que algo me va a despertar. No despertaré. No estoy dormitando. Sin embargo, es una paz la que me embriaga en ese momento. Inexplicablemente.

viernes, 20 de noviembre de 2009

Canción

Olvida
que bailo para otros,
mientras canto para ti
y aunque de locos,
imagino lejos de aquí,
un camino de regreso
en que hubiese querido
nuestro caminar dejar impreso,
pero mi deseo ha sido herido
y en una muda queja,
como cruel tormento
de ti se aleja,
se aparta de momento,
-mientras en calma
mi corazón me enfrenta-
porque olvida mi alma
que en tu pecho se deleita.

Compacto

-sola-
Ante el automatismo,
frente a las verdades absolutas,
inútiles,
y pensamientos radicales
del fundamentalismo,
ilusiones que frente al dogmatismo
pecan por fútiles.
anhelos mutilados, inaccesibles,
por los reflejos irreales,
patrones lineales
del materialismo.
Impotente,
en un teatro de fondo hueco
y del pensar abúlico,
arlequinesco,
trágico,
dramático,
-artificio dominante
de un pasado determinante-
la voluntad inmersa
en sonidos acompasados,
ejércitos modales
amoratados por la ceguera,
asfixia de las mentes,
pánico, alienación o delicada esquizofrenia
que a las almas condena,
ciega
y a sí mismas niega.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Soledad. (Or. de J. F. R. y H. A. T.)

Os añoro como al respirar
y no sobrevivo casi para sentirte
sentirme vivo y condensar
la ilusión sublime, un quince fortuito
[una voz silente]
envejece mis palabras buscando tu pecho
lleno de embriagueces de lirios y azahar!.
Y reclamo tu nombre, oh ávida, oh soledad
reclamo lo que sueñas en tu bordado lecho,
inexistente de lozanía
do el recuerdo de ella,
sublime y benigna
muestra sin recodo las llagas,
el llanto y los quejidos,
necesarios para hallar chopos,
[y roídos valles]
El escarnio a tal compañía
núbil y huraña,
velada y carmesí,
vasta y recamada,
de podredumbre convertida en palabras,
grácil, pero amada,
verde y solitaria
de beber espesos lacres
hechos de sus lágrimas!.
Pero descanso entre mortuorias sábanas,
porque tu cabello me presagia
brillos de lunas, perennes y ávidas,
alisios y cierzos, inciensos y ámbar,
entre somatizaciones sin alcohol
perteneciendo a tu olvido;
donde me siento vivo,
absorto y mío
tuyo y de nadie;
simulando los días,
pastando entre desnudos,
aquietando el viento,
imprimiendo raudos vaivenes
que pronto, pronto me alejan de ella;
sumergiéndome en ceniza
cautivando el silencio,
la sombría maraña de versos
de avivos desaires
secretos de lluvia…
Luna fría y húmeda
de cabello quemado
que ha visto el cielo oscurecerse en vano;
y el hálito de vinagres
de uvas que esperaron un millón de años,
nunca hubo algo más blanco que su sangre,
[sin embargo]
desmayada sobre un cenit
lleno de núbil beldad,
en las noches frías sueño con tu porvenir
tuyo, solemne aliviantado en pos vuestra
[Soledad…]

viernes, 13 de noviembre de 2009

Frío

Será la fría mañana,
o el poco calor en mi pecho,
lo que me hace extrañarte?
porque aunque cerca estemos,
lejos me encuentro,
y siento el frío penetrando en mis huesos,
mi corazón habitando en la niebla,
y mis manos heladas, tratando en vano,
de alcanzar las tuyas...

Entonces, recuerdo aquel trozo de maltrecho papel, que una mañana desprevenida recibiera de tus manos, leo la desordenada escritura, en unas descuidadas lineas que sobre otras, en sentido contrario, se tejen; -papel reciclado-, por su reverso: direcciones, teléfonos, números de cuenta, tachones, nada conmovedor. Pregunto entonces por los motivos, pero ya lo sé, algo simple, una partida, un remedio, un sinsentido.
De repente, me siento observada, me encuentro con la mirada de mi acompañante, turbada, exaltada, escudriñando cada letra, tachón, y marcas del papel; un escalofrío recorre todo mi cuerpo, quizá peor que el que describieran tus palabras.
- pero al igual que ellas termina por desvanecerse-

Veinticinco

Son veinticinco,
los que me acompañan,
pero parecen mil,
hablan como mil,
piden como mil...

No puedo escucharte, [no me dejan].
[Aunque gritaras
pero sé que no lo haces]
Tal vez porque no me hablas,
tal vez porque soy torpe [y no entiendo],
no importa [antes he dicho]
no importa -ni te importa,
porque mientras tu lloras,
yo bebo un vino,
hecho de tus lágrimas,
y me embriago,
y gozo con la impresión
que sus gotas dejan en mis labios...
y olvido tu nombre... y olvido tus señas
[no más las mías]

jueves, 12 de noviembre de 2009

Silencio

Mis sueños cual agua fueran ,
derramandose por entre los dedos de un vagabundo,
tal vez de un Dios
[que pisa mis talones],
se escapan.

Yo igualmente huyo
como un día lo hiciera de mi misma
[recuerdo,
intente salir corriendo
y lo hice,
pero por más intentos,
no pude,
es imposible
escapar de uno mismo]

y no sé ahora...
mis lágrimas
simplemente por mi rostro se escurren
o llenan mis manos,
se diluyen en un mar extenso -arbitrario-
hecho del tiempo.
Aunque admito,
ciertamente,
amo esta soledad
y sobre todo la penumbra que la acompaña.

martes, 10 de noviembre de 2009

Retrospectiva

"Ya se sabe que un Cannabis indica tiene sensaciones exaltadas,
con exageración de tiempo y distancia."
J. C.

Leí aquel volumen una vez, luego lo releí, y me dí cuenta que no importaban las veces que mis ojos pasaran por sus letras. Jamás iba a entenderlo. Me deshice de él, pero de entre sus páginas cayó una pequeña hoja, ya amarillenta por el tiempo. Extraño, pensé, puesto que el volumen parecía nuevo. Las letras se formaban borrosas en la hojita, pero aún lograba identificarse plenamente el mensaje, letra por letra. Catorce líneas de letra cursiva, sin título, y de color verde. La caligrafía no era buena, parecía escrito a toda velocidad, o con excesivo descuido. Lo leí rápidamente, dos o tres veces, y una vez más, sin entender mucho. En un esfuerzo por concentrarme, deduje que seguramente pertenecía a un par de amantes, o, cuando menos, a uno de ellos. Las letras empezaron a dar vueltas en el papel, interesantemente, durante horas, bajando y subiendo, a diferentes velocidades, pasando frente a mis ojos y metiéndose por mis oídos, como diminutos insectos. Rezongaban y retozaban dentro de mi nariz, también, con no pocas molestias. Mi esfuerzo las había hecho girar. Intenté, entonces, concentrarme más, y ahora eran líneas completas las que daban vueltas. Pronto fue la hoja, que dando vueltas se escapó de entre mis manos, como si se la llevara el viento. Estaba encerrado, y sin aire.

Una cefalea intensa me invadió, junto con un sentimiento de extraña pertenencia hacia el papelillo que acababa de perder. Era para mí, comprendí, y entonces empecé a buscar desesperadamente en mi cabeza las palabras que había leído, tratando de armar al menos una de las líneas. No lo conseguí, entonces tomé un volumen que se encontraba justo a mi lado, y empecé a hojearlo.