[No sé como llegamos aquí, no sé si estamos perdidos o si de verdad nos encontramos... no sé.]

Aunque pareciera que muchas veces nos empeñamos en ocultar aquellos productos de nuestra mente [nuestros pensamientos]. Hemos creado un blog para combatir este cruel empeño. Las palabras deben salir, y cualquiera debe poder leerlas. Es posible, sin embargo, que a nadie le interesen, o que incluso, el orden en el que las ponemos sea considerado incoherente o estúpido. Tomamos, aún así, el riesgo de dejarlas ver la luz, descubriéndolas ante cualquier observador que desee urgar a través de ellas, criticarlas, o elogiarlas...


sábado, 19 de junio de 2010

No es

No, no es cansancio
FdeC

Domingo, o sábado. Al revés. Da igual, después de la larga y aburrida noche. Contigo, siempre es contigo, aunque sigues sin entender mis palabras, o mis actos. Sigues sin entenderlo. O tal vez solo lo entiendes al revés. Aunque tampoco me esfuerzo en explicar, debo confesar. Miento, incansablemente, y creo que no te das cuenta, pero tal vez tu inocencia es pura apariencia y cada vez me pongo más al descubierto. Ignorante. Me preguntas si estuve con alguien, pero sé que eso no es lo que te inquieta. Sólo curiosidad. Da igual, después de la larga y aburrida noche.

Noche. Sábado de nuevo, o domingo. Sigo con esa sensación de escozor en la garganta, como si quisiera vomitar. La cabeza revuelta. Miedo. Cientos de palabras se [...] dentro de mi cabeza, pero no puedo hablar sobre ellas, ni recordarlas. Me abandonan, inevitablemente. Seguro les doy asco. Detengo mis pensamientos, en este punto, y miro en retrospectiva el día de hoy: Me la pase esperándote, y nunca logré siquiera imaginarte. Lejos de ti. Ahora tu imagen esta cada vez más borrosa sobre el horizonte, y la cima de la montaña donde solías estar ya no existe más. Ahora pierdo la conciencia y me repito la necesidad de no seguir el mismo camino que antes recorrí. Pienso en la necesidad, y en quién sabe cuántas cosas más. Da igual y puedo no ser quien digo ser, o puedes ser tu ese yo que anda perdido dentro tuyo, o ese que anda flotando por ahí, y que todos respiramos. Puedo ser todos, todos esos que quise ser, pero que ahora olvidé. Puedo ser quien te robe, en las noches, pero ahora no quiero. Nunca quiero, ni quise. No!, digo. Basta con esto, y con lo otro también. Con todo. Basta, pero no logro hacerlo, no logro verlo, ese velo gris, entre las nubes, que confunde tu rostro con el de un lunfardo, con el de un mártir, con el de Hades, o el de Mefisto.

Ahora no sé, tal vez sólo quise alejarme, o lo quiero ahora. Tal vez no sé qué quiero y sólo me dejo llevar. Tal vez, todo es tal vez, y sigo sin poder ser concreto... y el portugués sigue diciéndome cómo debo sentirme, porque ni sé qué siento. De nuevo, estoy delirando encima de la cama, a punto de que mis ojos se cierren, y termine por morir, como lo he esperado hace [...].

3 comentarios:

  1. No importa... porque sigues siendo un maldito.

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  2. Interesante concepto, aunque tal vez su significado sea ignorado, o pasado por alto. Tal vez sólo es esa sonrisa de Mefisto, mirándome de soslayo, y susurrando palabras que no logro comprender. Instándome a la estupidez.

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  3. No es así como lo parece(lo que se diga no invalida ningún acto).

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