[No sé como llegamos aquí, no sé si estamos perdidos o si de verdad nos encontramos... no sé.]

Aunque pareciera que muchas veces nos empeñamos en ocultar aquellos productos de nuestra mente [nuestros pensamientos]. Hemos creado un blog para combatir este cruel empeño. Las palabras deben salir, y cualquiera debe poder leerlas. Es posible, sin embargo, que a nadie le interesen, o que incluso, el orden en el que las ponemos sea considerado incoherente o estúpido. Tomamos, aún así, el riesgo de dejarlas ver la luz, descubriéndolas ante cualquier observador que desee urgar a través de ellas, criticarlas, o elogiarlas...


sábado, 26 de junio de 2010

Tampoco

Vuelvo al papel. Lo clásico. Eternamente clásico, hasta básico, y delicioso, para no entrar en detalles. Los pequeños adminículos suenan tan suavemente que no logro siquiera escucharlos. Tal vez no quiero escucharlos, y sólo suenan para distraerme. Ahora me oculto, y lo úniquo que me queda es su tenue luz, que destruye mis ojos mientras escribo...

Ya no es más grande,
ni es más queso,
y ya tampoco puedo verla
[su imagen, o sus velos]
tus ojos en ella están lejos,
cenit, o lo que sea,
punto más lejano, o más alto,
[o cual es lo mismo]
y aquellas grises formas, con vida propia
bailan en redor
ella blanca, sin vida,
y yo sigo esperando el milagro
de que aparezcas, ante mí,
igual que ayer... [pero]
ya no lo harás,
y creo que empieza a
[...]

Y ya, de nuevo, no estás,
en aquel balcón,
donde me esperabas,
ya no estás, maldita sea, lo sé [lo sabes]
y no la ves, no puedes,
o no la quieres ver, o ciega estás,
da igual,
sigo solo, escondido, y a oscuras,
abrumado por mil pensamientos,
y una sola noche en que no estás ya

1 comentario:

  1. No dejan de asombrarme ni de conmoverme, sin importar a dónde vayan... o si llegan, sin importar de dónde salen o si no son ciertas son sólo palabras. y a veces, que bellas suenan o será porque evocan en mi recuerdos (buenos, no lo dudo).

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