tal vez todo,
o eso que es menos,
menos que yo,
menos que nada,
menos que lo que tengo,
o lo que no tengo,
lo que digo, o lo que me callan,
lo que me falta,
lo que me sobra,
aquello que me importa,
o lo que no,
en fin,
esa nube que resulta,
en la desintegración
de toda la ira,
y la hartura y el orgullo...
[sin piedad]
Entonces, el blues,
y el otro,
el de enfrente,
brillando,
cegándome,
dejándome sordo,
y los sonidos,
que se agolpan,
como inmundos bichos,
causándome asco...
y aun la confusión,
o los olvidos,
o aquellas batallas que perdí,
o que nunca quise luchar,
o esas que,
[...]
nunca di cuenta de su existencia...
Perdido, como siempre,
como aquel andante,
que equivocó el camino,
que no vio la flecha,
aquel que se distrajo,
o que cerró sus ojos,
aquel que se fue,
que fue nada,
que hizo nada,
quien escribió,
aquellas hermosas líneas,
que alguna vez leíste,
[las que menospreciaste]
ese... el mismo...
ese que no sabes quién es,
el que hizo la música,
el que nunca recitó el poema,
el cobarde... ese,
que creció en una piedra,
o con una piedra,
en su pecho...
Olvido, olvido... esto nunca llegará
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