[No sé como llegamos aquí, no sé si estamos perdidos o si de verdad nos encontramos... no sé.]

Aunque pareciera que muchas veces nos empeñamos en ocultar aquellos productos de nuestra mente [nuestros pensamientos]. Hemos creado un blog para combatir este cruel empeño. Las palabras deben salir, y cualquiera debe poder leerlas. Es posible, sin embargo, que a nadie le interesen, o que incluso, el orden en el que las ponemos sea considerado incoherente o estúpido. Tomamos, aún así, el riesgo de dejarlas ver la luz, descubriéndolas ante cualquier observador que desee urgar a través de ellas, criticarlas, o elogiarlas...


viernes, 13 de agosto de 2010

Lejos

Queriendo siempre,
tal vez todo,
o eso que es menos,
menos que yo,
menos que nada,
menos que lo que tengo,
o lo que no tengo,
lo que digo, o lo que me callan,
lo que me falta,
lo que me sobra,
aquello que me importa,
o lo que no,
en fin,
esa nube que resulta,
en la desintegración
de toda la ira,
y la hartura y el orgullo...
[sin piedad]

Entonces, el blues,
y el otro,
el de enfrente,
brillando,
cegándome,
dejándome sordo,
y los sonidos,
que se agolpan,
como inmundos bichos,
causándome asco...
y aun la confusión,
o los olvidos,
o aquellas batallas que perdí,
o que nunca quise luchar,
o esas que,
[...]
nunca di cuenta de su existencia...

Perdido, como siempre,
como aquel andante,
que equivocó el camino,
que no vio la flecha,
aquel que se distrajo,
o que cerró sus ojos,
aquel que se fue,
que fue nada,
que hizo nada,
quien escribió,
aquellas hermosas líneas,
que alguna vez leíste,
[las que menospreciaste]
ese... el mismo...
ese que no sabes quién es,
el que hizo la música,
el que nunca recitó el poema,
el cobarde... ese,
que creció en una piedra,
o con una piedra,
en su pecho...

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