[when a blind man cries... DP]
Relamerlas desde el centro (la comisura, o cerca de la nariz, o cual es lo mismo), y sentir su tibio sabor a salmuera. Las cambio por mi pesada saliva, que ahora se hace espesa, efecto probable del cansancio, de esa maldita pesadez (que no puedo evitar) y un poco de todo lo que he, en voz baja, dicho. Sé que hay mucho que callas, pero eso no me importa, porque ahora logro, vagamente, entender lo que dices, sin que uses palabras. Siento que debo abrazarte, y lo hago, entonces se agita tu pecho, y escucho algunos sollozos. Te sostengo y te aprisiono (casi hasta ahogarte), contra mi pecho, en un intento (desesperado, aunque fructífero) por consolarte. Te miro a los ojos y me acerco a tus labios y te hablo, quedamente, sobre ti, y sobre algunas otras cosas. Olvido lo que digo, pero de nuevo vuelvo a concentrarme y sigo hablándote. A fuerza de preguntas, logro algunas palabras, cuyo significado ahora ignoro. No importa, luego digo. Y lo repito ahora. No importa lo que hubo antes, o lo que habrá después. Sólo importa qué hay en ese instante que me das, o que le das al mundo, ese instante que hace (en suma) una existencia.
Luego, no recuerdo bien hacia dónde se han dirigido mis pensamientos, pero creo que no demasiado lejos como para lograr recogerlos. Me retraigo, en el asiento, y me retuerzo un poco, mientras sigues acostada sobre mi vientre. Entonces tomo tu rostro y te repito, suavemente, algunas palabras que intentan hacerte sentir bien, mientras sigo cambiando aquellas gotas de impotencia, de desesperación, trocándolas por pesada saliva que se seca sólo unos segundos después. Al final, terminas por inundarme, y ahora, en silencio, sólo escribo, en medio de algo de pesadez, y olvido... aunque no olvido, no mientras piense, no mientras te [...]...
...Al final, terminas por inundarme, y ahora, en silencio, sólo escribo, en medio de algo de pesadez, y olvido...
ResponderEliminarTalvez sólo una sombra que se resiste a aceptar que le has olvidado, que no entiende tus palabras, porque ha olvidado el sentido del resto y no puede verte al otro lado de la linea que delimita el tiempo, es sólo esa quien te escribe, quien no puede olvidarte.
ResponderEliminar